jueves, 3 de noviembre de 2016

Tres de los GTI más apasionantes de la historia.




Tres reyes mágicos nos acompañan en el reportaje de hoy...




     
VW GOLF GTI MK1


 Ya han pasado cuatro décadas del nacimiento de la categoría de los GTI, y los primeros modelos ya son históricos por derecho propio.







RENAULT SUPERCINCO GT TURBO

El tiempo requerido ha hecho su obra y parece que ahora ya, por fin, se valora por sus cualidades y originalidad a los pocos ejemplares que han conseguido sobrevivir.









 


PEUGEOT 205 GTI 1.6






Es el momento de considerarlos con perspectiva, cariño y sentido crítico.















Entendemos que la elección de estos tres modelos puede resultar un tanto llamativa, puesto que el VW Golf MK1 no coincidió en el mercado con el Peugeot 205 GTI y el Renault Supercinco GT Turbo.



A finales de los 70 y principio de los 80, los GTI debían ser modelos innovadores, pensados para un público joven, de dos puertas, a la vez potentes y ligeros y evidentemente con un chasis eficaz a la par que garantizase cualidades deportivas.







El Golf GTI MK1 se convirtió en el más deportivos derivados de una berlina de su tiempo y que marcó el nacimiento de los GTI cmoderno y potente de los pequeños omo categoría.



Volkswagen se nutrió de la tecnología de Audi, el cuatro cilindros de 1.588 cc y la caja de cambios de cuatro relaciones derivaban del Audi 80 GT, que rendía 100 CV en la variante carburada. En el Golf GTI de 810 kg, el motor equipado con una inyección Bosh K-Jetronic alcanzaba 110 CV.








Este GTI no tenía rival, puesto que en 1976 los modelos compactos de otras marcas eran coches claramente más pequeños y burgueses de concepción más antigua y desfasada.



Este modelo reino prácticamente en solitario hasta 1983, fecha en que fue sustituido por el Golf MK2.



El Golf MK2 GTI entró en lucha directa en el 84 con su primer competidor directo, el equilibrado y pujante Peugeot 205 GTI, y un año después, en 1985 con el sobrealimentado Renault Supercinco GT Turbo.







Motor:



4 cilindros en línea, bloque de fundición de hierro, culata de aleación y refrigeración líquida.

Posición: delantero transversal. Cilindrada: 1.588 cc Distribución: árbol de levas en culata y 2 válvulas en cabeza por cilindro. Potencia: 110 CV a 6.100 rpm.



Prestaciones:



Velocidad máxima: 190 km/h Aceleración 0-100 km/h: 8,6 s





 En Peugeot la estrategia fue declinar el modesto utilitario en modelo de competición para que el mundial de rallyes se convirtiera en escaparate publicitario. El triunfo fue absoluto y Peugeot lanzaba un 205 GTI copiando descaradamente la fórmula del modelo alemán.







Este equipaba un motor de 1.600 cc que empezó rindiendo tan solo 105 CV.

El 205 GTI marcó nuevas referencias en comportamiento y tomó el relevo del Golf como el GTI de más éxito del momento. El departamento de competición de PTS lo transformó enseguida en coche de carreras -existía un caro kit para sacar 125 CV al motor 1.6- con trofeos en el Grupo N y desarrollos de Grupo A, que plagaron los rallyes y formaron una generación de pilotos, entre los que figuraban nombres como

Sebastian Loeb.






Motor:



4 cilindros en línea, bloque y culata de aleación y refrigeración líquida. Posición: delantero transversal. Cilindrada 1.580 cc. Distribución árbol de levas en culata y 2 válvulas en cabeza por cilindro. Alimentación inyección Bosch L-Jetronic Potencia 115 CV a 6.250 rpm.



Prestaciones:

Velocidad máxima: 196 km/h Aceleración 0-100 en 8,8 s




Y como no hay dos sin tres, Renault se sumó a la moda y atacó el nuevo nicho de los pequeños deportivos con su polivalente Supercinco, pero con un planteamiento radicalmente distinto al de sus contrincantes.

Si había un constructor especialista en el terreno de estos <<matagigantes>> en aquella época, era sin duda Renault, que contaba en su producción con brillantes referentes de altas prestaciones (Gordini y Alpine).







 En septiembre de 1984 veía la luz el Supercinco, decepcionante por su similitud con el Renault 5 original.

Lucía una carrocería aderezada con un auténtico kit aerodinámico formado por spoiler, alerón, aletas ensanchadas y faldillas laterales que le daban un innegable toque deportivo.





 Bajo el capó ocultaba el mismo motor tipo Sierra de principios de los 60 que llevaba el R5 Alpine Turbo, pero con una profunda puesta a punto que incluía encendido electrónico, un intercambiador aire/aire y un turbo Garret T2 más pequeño. Por el contrario, perdía la culata hemisférica <<cross flow>>, los pistones forjados y el radiador de aceite separado.

La experiencia en competición de Renault con los motores sobrealimentados consiguieron hacer del GT Turbo una bomba de carreras. Sus 115 CV dieron mucha guerra a sus contrincantes, ya fuese en carretera abierta, en tramos cerrados o en circuitos.







Motor:



4 cilindros en línea, bloque de fundición de hierro, culata de aleación y refrigeración líquida. Posición delantero transversal. Cilindrada 1397 cc. Distribución árbol de levas lateral (cadena) y 2 válvulas en cabeza por cilindro. Alimentación carburador Solex 32 DIS simple cuerpo, turbocompresor Garret T2 (0,7 bar) e intercambiador aire/aire Potencia 115 CV a 5.750 rpm.



Prestaciones:



Velocidad máxima 197 km/h Aceleración 0-100 en 8,6 s.


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