Los modelos 911 disponen de una generación de motores con un desarrollo totalmente nuevo. Al igual que sus predecesores, estos modelos están disponibles con distintas cilindradas; el 911 Carrera presenta un motor bóxer de 3,6 litros y el 911 Carrera S, un motor bóxer de 3,8 litros.
Aunque la cilindrada no varia respecto a los modelos anteriores, tanto la potencia como el par motor se han aumentado considerablemente, reduciéndose al mismo tiempo el consumo de combustible aproximadamente un 15%.
Esto se debe principalmente al uso de la inyección directa de gasolina (Direct Fuel Injection, DFI), a la reelaboración del sistema de admisión y escape, y a las medidas de mejora del interior del motor para reducir las pérdidas por fricción y accionamiento. Al reducir la altura de la cubeta de aceite se ha podido bajar ligeramente la posición de montaje de los motores (unos 10 mm) y, con ello, el centro de gravedad del vehículo, lo que mejora la dinámica de conducción.
Curvas de potencia entre los distintos motores, 911 Carrera y 911 Carrera S respectivamente:
911 Carrera |
911 Carrera S |
Inyección directa de gasolina del 911 Carrera
(DFI) Direct Fuel Injection
Los modelos 911 Carrera a partir del 2009 disponen de una generación de motores con DFI de 3,6 y 3,8 litros con un desarrollo totalmente nuevo. Con esta nueva generación de motores de la gama 911 Carrera, Porsche introduce por primera vez la inyección directa de gasolina en los deportivos. Esto proporciona innumerables ventajas frente a la inyección por tubo de aspiración. El objetivo general es lograr, mediante la inyección y la preparación de la mezcla, una composición adaptada a cada estado de carga y funcionamiento del motor. De esta forma es posible cumplir de forma óptima las exigencias de funcionamiento económico, rendimiento, comportamiento de conducción, así como las emisiones.
Con la inyección directa de gasolina se realiza la inyección del combustible directamente en la cámara de combustión, con lo que la preparación de la mezcla tiene lugar prácticamente en su totalidad en la cámara de combustión.
Los objetivos del desarrollo de los nuevos motores bóxer DFI:
- Incremento de la potencia y par motor en todo el margen de revoluciones.
- Mejora de la capacidad de respuesta.
- Consumo de combustible y emisiones de CO2 mucho menores con un rendimiento mayor.
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