viernes, 15 de noviembre de 2013

Definitivamente, nunca fue un mito.

Hace ya, más de 30 años que el extremeño Arturo Estévez Varela ideó ese invento que tras pasar por muchas trabas administrativas para ser ocultado y enterrado finalmente salió a la luz. Hablamos del muy poco conocido motor de AGUA.

En realidad no se trata de un motor cuyo único combustible es el agua, sino que hablamos de un generador de hidrógeno a partir de agua que se suministraba junto con un reactivo cuya composición nunca reveló Estévez.

Los cálculos del inventor probaban que con 2 litros y medio de agua y un kilogramo de su <<producto secreto>>, conseguía tres metros cúbicos de hidrógeno, en otras palabras, la misma cantidad de calorías que producen 9 litros de gasolina de 96 octanos. Con ese combustible, Arturo circuló durante 2 horas por la plaza de Sevilla con una motocicleta a la que le había sustituido el depósito por su generador de hidrógeno.


Entre tantas y tantas teorías, se mueve la posibilidad de que la patente del motor de agua le fue comprada al inventor por una gran suma de dinero para ser posteriormente arrinconada ante la amenaza que suponía para un sistema basado en “el oro negro”.

Y… esto es verdad o mentira. Pues es algo que nunca podremos saber, lo que sí está más que comprobado es que en las oficinas de Patentes y Marcas del Ministerios de Industria no existe nada que haga referencia al motor de agua de Arturo Estévez. Entre los registros sí que aparecen algunas versiones parecidas, pero ninguna se le parece a la del inventor extremeño.

Las gestiones hechas desde entonces para su localización han resultado infructuosas, parece haber sido borrado del mapa, de existir todavía contaría 92 años.

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